Wednesday, October 25, 2006

Editorial, que dice que la tele es un cubo metálico magico hecho por un alquimista illuminati.

El hecho es el siguiente: a diferencia de mis padres y mis abuelos nací con la televisión junto a mi cuna. Es más, antes de que aprendiera siquiera lo que era un control remoto, prodigios del mundo contemporáneo como Dragon Ball Z y sus maravillosos personajes como Majin Buu, la plasticina rosada de pantalones árabes, ya circulaban por las ondas de la televisión hace años.

Siempre los conservadores de corbatas anudadas hablan pestes de cualquier adelanto tecnologico, primero serian las maquinas a vapor quienes sustituirían a los hombres, luego fue la TV quien los transformaria en zombies y luego pokemon los haria expulsar espuma por la boca... Puede ser que en cuanto a la televisión tengan algo de razón, nunca dejo de pensar que si ésta hubiese existido de la manera que lo hace hoy hace 60 años atrás todos seriamos nazis ( o NATZIS que suena más psychogermano).

Crecimos junto a la tele y, a menos que seas un despreciable sujeto destinado a convertirte en un intelectualoide snob, nos hicimos amigos a través de ella. “¡AY NO, qué sujeto mas materialista, todos mis amigos de mi infancia me los hice a travez de sentimientos puros y profundos!” Dirán algunos. ¿A quién intentan engañar? Si eras hombre veías series de hombres y en los Power Rangers admirabas a Tommy, Zack, Billy o a Jason y te burlabas del afeminado que en medio de un recreo gritaba ¡Pteranodon! o que lo descubrias hablando de Sailor Moon con las mujeres (serie que los hombres también veian pero le echaban la culpa a su hermana). Para las niñas visceversa, si disfrutabas de los combos de Gokú o de los goles de Oliver Atom eras una marimacha cualquiera, las nenas admiraban todas esas chulerias de rosado como Mi Pequeño Pony.

Fueras niño o niña la rutina era siempre la misma, llegabas del colegio, prendias la tele, veias el programa de moda, ya sea Pipiripao, Hugo o Carrusel hasta que terminaba, luego intentabas desaburrirte de alguna manera solo en tu pieza mirando el techo, hasta que llegó el cable y nuestro mundo cambió para siempre...

Admitámoslo, esa caja hecha con piedras, metales y petróleo tiene bastante poder. Gracias a ella es que conozco cosas asombrosas, desde el gusano tejedor de las montañas orientales de Kazajstan hasta el contenido de la billetera de Nelson Mauri. Quizás nos miente y, por ejemplo, no existe tal cosa como China y todo es parte de una conspiración mundial entre EE.UU., patronato y un restaurant de la esquina de mi casa donde siempre compro wantanes, en la cual la TV para convencernos de que sí existe China, insiste en mostrarnos al maestro Miyagi en Karate Kid. Quizás nos miente, lo sé, lo más probable es que lo haga, pero cuando recuerdo a grandes figuras como Don Carter y al Patito Frez (la eterna voz sin cara de “Buenos días a todos”) es que decido creerle y seguir viendo tele.

Jesucristo del Absurdo

1 comment:

Anonymous said...

Oye ya pues!
donde está la bitácora del SUMARIO?
la denuncia a la represión?! el compromiso con la causa!

(Ohps, quizás este blog tb esté siendo procesado)