Monday, May 29, 2006

El Mito del Depilanalgas

Al depilanalgas lo vi por primera vez en la biblioteca de San Joaquín. Era de noche y yo esperaba, sentado en los últimos sillones del pasillo, a que me expulsaran por la hora. Él vestía una toga al estilo franciscano y mientras en una mano cargaba un hisopo y una prestobarba, con la otra rascaba agitadamente parte de sus nalgas y de su entrepierna. Caminaba de modo rápido y encorvado, como evitando ser visto. Ambos nos descubrimos. Yo me quedé mirándolo sorprendido y maravillado, él pareció estar un poco molesto. Se acercó a mí corriendo sin dejar de agitar su mano entre sus piernas. Estando al frente mío resopló en mi cara: “y voh soy nuevo aquí, chuchetumadre”. Yo seguí en silencio. “ah, ya te caché hueón, voh soy de la USACH o una hueá así, maricón, si tení pura cara e longie, feo reculiao”.

¿Qué puede hacer un hombre normal frente a tales preguntas y circunstancias? Con el tiempo he pensado que acaso lo mejor hubiera sido correr. En mi vida me he dejado de arrepentir. Yo estudio acá, le dije. “sí po, rechuchatumadre, si a los maricones como voh lo tengo cachaito, se roban la credencial de alguno de estos hueones y se meten a puro hueiar”.

Sólo cuando le mostré mi credencial se calmó.

Me cogió del brazo y me llevó detrás de un estante tapado en libros.

-Mira hueón, voh cachai quien soy yo, voh no me conocí hueón… no cachai en la papita que te tay metiendo. Yo soy el depila nalgas, maricón. ¿Hay ecuchao hablar de mí?

Dije que no, maravillado frente a ese hombre o a esa cosa, ya no sabría nombrarlo.

“Puta el hueón ahueonao. Voh no sabí que nadie me ha visto, pero yo lo he vito a todos, que nadie me conoce pero yo le conozco la cueva a todos… de pura raja me descubriste, maricón. Yo vivo aquí, me escondo de día… cuido la biblioteca, cachai culiao. Si pillo algún loquito robando, pa!!, depila de nalga, pillo a alguien rayando una pared, cagó, depila áde nalga… puta que he visto rajas hueón, no te imaginai.”

Le pregunte quien le había encargado esta misión, que por qué vivía aquí.

-Puta que hablai lindo, conchetumadre…. Ah, mira, e una larga historia que incluye una prostituta, un hombre lobo, un hijo bastardo y un rector de universidad (con el tiempo entendí que el hijo bastardo era él, que la prostituta era una chiquilla de párvulos que se llamaba Jhoana, que lo del hombre lobo era una metáfora y que el rector…mmmmm a eso no me referiré)

-Pero por qué te dedicas a depilar…- insistí yo.

-Puta el zorruo preguntón… si ya te dije que cuido la biblioteca, al que pilllo le afeito el culito, pa eso esta prestobaraba y este hisopo.

Me dijo que me fuera rápido, que alguien nos podía ver conversando y que eso era peligroso. Yo corrí desesperado, sólo buscaba estar lo más lejos de ese lugar.

A la semana siguiente vi a una joven hermosa llorando que corría desde la biblioteca. Había un montón de gente amontonada alrededor de ella. Comentaban algo sobre unas tocaciones, sobre un demente, sobre un abuso… yo me quede callado, yo sabía de qué hablaban, yo conocía la verdad. Adentro en la biblioteca todo estaba tranquilo, como siempre. Caminé hasta el final del pasillo, donde estaban los sillones. Me senté y esperé una señal. Al rato apareció él, sonriente, encorvado como siempre. “que culito ma rico” me dijo. Yo ya no sabía qué pensar. ¿Estaba en frente de un demente sexual? ”y como está tu potito” me preguntó. Ahora sí corrí, corrí como no lo hice antes, corrí tratando de salvar las velludas pompas que aún conservo.

Hace algún tiempo que no me afeito la cara, es como si hubiese tomado miedo a las prestobarbas, a las navajas sobre la piel. Mientras más tiempo pasa no dejo de pensar en el depilanalgas. Me pregunto si aún vivirá, me pregunto cuántas nalgas más tendrán que someterse a él, impunemente.

1 comment:

Anonymous said...

¡¡¡MIEDO!!!

Iré a investigar al respecto...necesito vislumbrar a ese sujeto!

GRANDE PUM PAM!!!

Ahora soy una nueva fanática!